El Arco de Santiago hay que inscribirlo dentro del conjunto histórico-arquitectónico que conforma el casco histórico de Plentzia, incidiendo en su valor histórico. Es el único resto visible de la muralla que cerraba la villa, y de la que no se conocen más vestigios, a excepción de un documento municipal en el que se hace mención de la utilización del espacio ocupado por sus restos para la construcción de la casa denominada Arrartena (actual Batzoki) en el siglo XVIII y otra a la entrada de Artekale.

Pese a su discreto interés a nivel estético, ya que se trata de un sencillo arco que se inscribe entre dos edificios en el vértice de la plaza, hay que tener en cuenta su incalculable valor histórico por cuanto constituye el único vestigio de los muros que cercaban la villa de Plentzia (poblada hacia 1236), ya que bajo la presión del tiempo y de las construcciones  han ido acabando en ruina o desapareciendo entre los muros de las casas.