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Cualquier visita al municipio de Plentzia requiere inevitablemente de un paseo por entre las estrechas calles de su casco antiguo, que pese a las profundas transformaciones sufridas por el municipio durante el último siglo, conserva aún ese encanto propio de los lugares históricos.
Construida entre los años 1991 y 1992 para sustituir al puente viejo, cuyos cimientos quedaron maltrechos como consecuencia de la riada de agosto de 1983.
Farmacia familiar fundada en 1888 que además de farmacia es museo. Cuenta con una exposición que ocupa los espacios originales de la botica, el primitivo laboratorio y la antigua rebotica.
Isuskiza, también conocido como el abanico de Plentzia, es uno de los rincones secretos del municipio.